El reloj del juicio final de la inteligencia artificial (IA) parece estar a punto de dar la medianoche para los editores.
Google anunció el martes que integrará en su omnipresente motor de búsqueda a Gemini, su potente modelo de IA, aprovechando los rápidos avances de esta tecnología para responder directamente a las consultas de los usuarios en la parte superior de las páginas de resultados. "Google buscará por ti", explicó la empresa. En otras palabras, pronto los usuarios ya no tendrán que hacer clic en los enlaces que aparecen en los resultados de búsqueda para encontrar la información que buscan.
A primera vista, esto puede parecer cómodo, pero para los editores de noticias —muchos de los cuales ya están sufriendo un fuerte descenso del tráfico— es probable que la renovada experiencia de búsqueda provoque un descenso aún mayor de la audiencia, lo que podría privarles de lectores e ingresos. ¿Por qué perder tiempo haciendo clic en un enlace cuando Google ya rastreó internet y recopiló la información relevante con su inteligencia artificial?
"Google se encargará del trabajo preliminar", dijeron los ejecutivos. Pero gran parte de ese trabajo, por supuesto, se realiza en forma de artículos escritos por humanos y de conocimientos publicados en blogs y medios de comunicación de todo internet, todo ello sobre una base de apoyo publicitario.
El mensaje de Google se oyó alto y claro. Pocas horas después del anuncio en Mountain View, la industria periodística empezó a dar la voz de alarma.
"Esto será catastrófico para nuestro tráfico, tal como lo comercializa Google para satisfacer aún más las consultas de los usuarios, lo que dejará aún menos incentivos para hacer clic a fin de que podamos monetizar nuestro contenido", declaró sin rodeos a CNN Danielle Coffey, directora ejecutiva de News/Media Alliance.
Coffey, cuya organización representa a más de 2.000 editores de noticias y ha adoptado una postura agresiva frente al uso del periodismo por parte de los desarrolladores de inteligencia artificial, añadió: "El poco tráfico que obtenemos hoy se verá aún más mermado, y, con un motor de búsqueda dominante que está consolidando su poder de mercado, una vez más tendremos que atenernos a sus condiciones. Esta vez con un producto que compite directamente con nuestro contenido, utilizando nuestro contenido para alimentarlo. Es un giro perverso de la 'innovación'".
El anuncio de Google, que ya esperaban las redacciones y por el que han expresado su preocupación en foros públicos y privados en los últimos meses, está a punto de golpear aún más a una industria que ha recibido una serie de golpes brutales —en gran parte a manos de las grandes tecnológicas— en los últimos años. Además, OpenAI se prepara para lanzar su propio motor de búsqueda basado en inteligencia artificial.
Desde que ChatGPT irrumpió en escena hace más de un año, mostrando al público el poder potencial de la inteligencia artificial y desencadenando una carrera armamentística con Google, Meta y otros, los editores se han preocupado mucho por el impacto que la tecnología acabará teniendo en sus negocios. Pero han tenido poco tiempo para planificar sus respuestas a esta tecnología transformadora, dado el ritmo vertiginoso al que se desarrolla.
Algunas redacciones han optado por aliarse cautelosamente con los gigantes tecnológicos, cerrando acuerdos con OpenAI para licenciar sus profundos archivos de contenidos. Otras han tomado un camino muy distinto, como es el caso del New York Times, que interpuso una importante demanda contra el creador de ChatGPT.
Aunque en el pasado los editores trabajaban codo con codo con las grandes empresas tecnológicas (¿recuerdas aquellos tiempos?), sus relaciones se han deteriorado enormemente en los últimos años. Mark Zuckerberg dio públicamente la espalda a la industria periodística, quitando prioridad a los artículos de noticias en sus plataformas y cerrando otras iniciativas que su empresa defendió en su día. Google ha mantenido una mejor relación con los editores, pero también se ha enfrentado a duras críticas. Recientemente, fue objeto de desprecio tras bloquear temporalmente algunos medios de comunicación de California de los resultados de búsqueda en respuesta a un proyecto de ley que le obligaría a pagar a los editores
El martes, probablemente previendo el pánico que suscitaría su anuncio, Google argumentó que los cambios en la inteligencia artificial beneficiarían en realidad a las empresas de noticias. Google dijo a CNN que está mostrando más enlaces con su función AI Overviews y que, al mejorar el producto de búsqueda, permitirá a la empresa enviar más tráfico a los editores web.
"Vemos que los enlaces incluidos en AI Overviews obtienen más clics que si la página hubiera aparecido como un listado web tradicional para esa consulta", dijo Google en su anuncio. "A medida que ampliemos esta experiencia, seguiremos centrándonos en enviar tráfico valioso a editores y creadores".
Pero dado el historial de Silicon Valley con los editores, es poco probable que la declaración les alivie mucho. Y ya hay escepticismo sobre las afirmaciones de Google.
"Nuestro análisis inicial sugiere que reducirá significativamente el tráfico de búsqueda a los sitios web de los creadores de contenidos, lo que tendrá un impacto directo en sus ingresos por publicidad y, por extensión, en sus medios de vida", dijo en un comunicado Marc McCollum, director de innovación de Raptive, que proporciona servicios a miles de creadores únicos y empresas. "Este cambio podría poner en peligro el futuro del internet abierto".
CNN Por Oliver Darcy