La tranquila atmósfera de Acapulco se vio sacudida por un acto de violencia que ha conmocionado al mundo del espectáculo. Mayela Laguna, expareja de Luis Enrique Guzmán, fue brutalmente atacada mientras disfrutaba de unas vacaciones junto a su hijo Apolo.
Según el relato de la propia Mayela, una mujer desconocida la agredió física y verbalmente, llegando incluso a intentar asfixiarla. El incidente, que tuvo lugar en una zona turística de Acapulco, ha dejado a la actriz con diversas lesiones, incluyendo costillas fracturadas.
"Una señora se me echó encima, me tiró, me ahorcó con todas sus uñas", expresó Mayela con la voz entrecortada en una entrevista. La actriz relató que la agresora la insultó y a su hijo, a quien llamó "bastardo", y que incluso intentó robarle su dinero.
Apolo, el pequeño hijo de Mayela, demostró una valentía sorprendente al defender a su madre durante el ataque. Sus gritos lograron ahuyentar a la agresora, quien huyó del lugar con el dinero de Mayela.
La noticia de la agresión ha generado una ola de indignación y solidaridad en las redes sociales. Numerosos seguidores y personalidades del mundo del espectáculo han expresado su apoyo a Mayela y han condenado el acto de violencia.
"Estoy muy agradecida por todas las muestras de cariño y apoyo que he recibido", expresó Mayela en sus redes sociales. "No me voy a dejar vencer por esta situación y voy a seguir adelante".
Este lamentable suceso pone de manifiesto la importancia de visibilizar la violencia contra las mujeres y de tomar medidas para prevenirla. La agresión sufrida por Mayela Laguna es un recordatorio de que ninguna mujer está exenta de sufrir violencia, ni siquiera en lugares turísticos y en momentos de ocio.
Las autoridades locales ya han iniciado una investigación para dar con el paradero de la agresora y llevarla ante la justicia. Mientras tanto, Mayela se recupera de sus heridas físicas y emocionales, rodeada del cariño de sus seres queridos.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de crear una sociedad más justa y equitativa, donde todas las personas puedan vivir libres de violencia.