La hija del tres veces primer ministro de Pakistán Nawaz Sharif se convirtió este lunes 26 de febrero en la primera mujer en ser elegida para ocupar el cargo de jefa de Gobierno de una provincia paquistaní.
Maryam Nawaz Sharif, de 50 años, logró 220 apoyos para ser investida jefa de Gobierno de la provincia de Punjab, en el este de Pakistán, tras lograr un escaño por su partido, la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), en las elecciones del pasado 8 de febrero.
La política se impuso a su principal rival, Rana Aftab, el candidato a jefe de Gobierno nominado por el Sunni Ittehad Council (SIC), una formación aliada al partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) del ex primer ministro Imran Khan.
La Asamblea de Punjab supone la cámara electa más grande del país, con 371 escaños, de los cuales 297 son generales y 74 reservados, incluidos 66 para mujeres y ocho para minorías.
La carrera de Maryam sigue así los pasos de su padre, que fue elegido jefe de Gobierno de Punjab en 1985, su primer cargo público que impulsó su carrera en la política paquistaní.
La heredera política del líder del PML-N se suma a una escueta lista de mujeres paquistaníes que también han ocupado cargos públicos en los 77 años de historia política del país.
Benazir Bhutto, quien también heredó el legado político de su padre Zulfiqar Ali Bhutto, se convirtió en la primera mujer primera ministra de Pakistán en 1988.
Hina Rabbani Khar, que pertenece al Partido Popular de Pakistán (PPP) de Bhutto, fue nombrada la primera ministra de Asuntos Exteriores de Pakistán en julio de 2011.
La trayectoria política de Maryam comenzó antes de las elecciones generales de 2013, cuando se ocupó de la dirección de la campaña electoral de su padre, que participaba en los comicios desde un distrito electoral de Lahore, la capital de Punjab.
También dirigió la campaña electoral de su madre, Kulsoom Nawaz, en el mismo distrito electoral en 2017, pero su escaño quedó vacante tras la descalificación de Nawaz Sharif por parte de un tribunal, acusado de varios casos de corrupción.
Después de las elecciones de 2013, el papel político de Maryam dentro de la formación de su padre cobró un papel más activo. Cuando Nawaz Sharif se vio obligado a dejar su cargo de primer ministro en 2017, tras aparecer en los Papeles de Panamá, ella lideró las protestas para pedir su vuelta al poder.
En el curso de la investigación Maryam fue condenada en julio de 2018 a siete años de cárcel, aunque tras presentar varias apelaciones se le otorgó la libertad condicional mientras los tribunales estudiaban la apelación.