5 errores de #belleza a evitar en el 2017 #Moda

Ya sea por comodidad, desconocimiento o flojera, la mayoría de las personas adquieren  malos hábitos en su rutina de belleza que resultan muy dañinos para la piel.
Uno de los más comunes y perjudiciales, por ejemplo, es dormir con maquillaje. Así que, para erradicar este tipo de malos hábitos de tu vida cotidiana, te presentamos una lista de las cosas que debes asegurarte de evitar en el 2017. ¡Toma nota y ponlos en práctica!

1. Usar maquillaje y productos para el cabello que ya se han vencido


La mayoría de las personas tienden a almacenar diversos maquillajes y otros productos de belleza sin estar vigilante de su fecha de vencimiento.

Los champús y acondicionadores vencidos no limpian y pueden alterar la frondosidad y el brillo del cabello, mientras que los maquillajes vencidos pueden provocar alergias e infecciones en ojos y rostro en general.

De acuerdo con los especialistas, los champús  y acondicionadores deben arrojarse a la basura después de haberse tenido por más de un año.

En cuanto a los maquillajes, estas son las recomendaciones:

Polvos y bases para la cara y sombras de ojos. Estos mantienen su consistencia y color aproximadamente por un año. Por lo general, las bases líquidas vencen antes de cumplir los 12 meses; así que si ves que la fase líquida de tu base se separa de la sólida, llegó el tiempo de comprar una nueva, aún cuando el frasco esté completamente lleno.

Labiales y otros productos para los labios. La composición de los labiales de pasta dura más que los labiales tipo brillo. La recomendación general es comprar un brillo de labios cada 2 o 3 meses.

En cuanto a los labiales de pasta, estos se pueden usar sin problemas por no más de dos años.

Los delineadores de labios  pueden durar mucho tiempo si se siguen las recomendaciones del fabricante.

Rímel y delineador de ojos. Por ser los productos de belleza que más acumulan bacterias que provocan infecciones e irritaciones a los ojos, estos se debe usar por 2 o 3 meses como máximo y comprar uno nuevo.

La duración de los delineadores de ojo en lápiz es más prolongada que los de consistencia líquida. Se pueden usar durante 4 a 6 meses. Y para evitar el contacto de las bacterias acumuladas en su punta se recomienda afilarlos con regularidad, guardarlos bien tapados y mantener siempre limpio el sacapuntas de estos.

Rubor. Su vencimiento depende de su elaboración (ya sea a base de agua o aceite). Los creados a base de agua duran menos que los en aceite. Se recomienda cambiarlos cada 6 a 8 meses.

2. Acostarse maquillada y no cambiar la funda de la almohada con frecuencia


Dormir con maquillaje tiene efectos poco saludables para la piel. Lo recomendado es limpiar la piel del rostro antes de ir a la cama, aún cuando uno no se maquille.

Cuando se duerme con maquillaje, la piel no respira, los poros se tapan y este efecto se traduce en una piel opaca o plagada de puntos negros o acné. Así que, aunque llegues súper cansada después de una noche larga de rumba, tómate uno o dos minutos para retirar el maquillaje de ojos, boca y resto del rostro.

En cuanto a la funda de la almohada, ésta debe cambiarse cada semana por lo mínimo para evitar el roce de la piel con los residuos de cremas u aceites usados para la misma cara y el sudor de la cabeza.

3. No hidratar la cutícula de las uñas


Como la piel general del cuerpo, las uñas de manos y pies deben mantenerse hidratadas. En el mercado existen cremas especiales para hidratar la cutícula de éstas, pero si tu presupuesto no te permite comprarlas, puedes aplicar a diario Vaselina sobre ellas antes de ir a la cama. Con esta práctica evitarás los dolorosos uñeros.

4. Hacer ejercicio maquillada


La coquetería de muchas mujeres las ha llevado a ir al gimnasio maquilladas, pero desde el punto de vista dermatológico, el maquillaje y el sudor no son buena combinación. Y esto tiene su explicación lógica: al hacer ejercicio se suda y al sudar los poros de la piel se dilatan y el maquillaje queda atrapado dentro de estos, taponándolos y creando espinillas o barros.

Así que lo mejor es ir al gimnasio con la cara lavada y, al concluir el ejercicio, limpiar el rostro para retirar de éste los residuos y la mugre dejada por el sudor.

5. No limpiar los pinceles y brochas de maquillaje


No hay tarea más aburrida que la de lavar periódicamente los pinceles y brochas del maquillaje. Tal vez por eso la mayoría de la personas la postergan o simplemente la ignoran. Pero la suciedad del medio ambiente y las bacterias que quedan atrapadas en ellas pueden afectar la salud de la piel del rostro, así como en el resultado del maquillaje tras la mezcla de los diferentes maquillajes que se hacen en las cerdas.

Es así que las brochas y esponjas que se usan para la aplicación de maquillajes en polvo deben lavarse cada semana y las utilizadas con maquillajes líquidos a diario.

Su lavado es sencillo. Solo requiere de agua y jabón (o de cualquiera de los productos disponibles en el mercado para ello) y hacerlo de esta manera: dejar correr agua fría (o un poquito tibia); mojar solamente el área donde están las cerdas; aplicar el jabón con la yema de los dedos con cuidado, siguiendo siempre la dirección del pelo de la cerda. Remover el resto del agua con una toalla, apretando un poco las cerdas. Dejar secar y luego desinfectar con alcohol.
 
 




 
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