'El Conjuro' el mal ama la inocencia

Qué haría usted si de pronto empieza a sentir cosas sobrenaturales en su casa. Ante esta pregunta, la familia Warren decide llamar a una pareja de famosos cazafantasmas. Tal vez ellos puedan dar soluciones a esto que inquieta a quienes pretenden vivir de un modo normal, en un dulce hogar. Aquí nace la primera cuestión importante en la película, la tranquilidad en el ambiente, consolidar la posibilidad de una cierta parsimonia en la construcción de ambientes, precisamente, desde el sonido mismo con su propia banda sonora, hasta las composiciones de cuadro y el soberbio uso del fuera de campo para crear climas de tensión con mayor grado de intriga.
Bajo la advertencia de que esta historia sí sucedió en la realidad, El Conjuro (James Wan, 2013) es un filme de terror que bordea, por su estética, ciertas orillas del cine gore o las películas hollywoodenses de cine B de los años 70. Es que esta composición de cuadros que destacan ciertas imágenes desprolijas y que exaltan las tonalidades del gris al ocre son referencias indiscutibles a una subcultura cinematográfica que ha sabido desarrollarse con independencia, como consecuencia de estar en un género propio.
Si bien puede leerse un subtexto, por demás aleccionador y comprometido con la prédica religiosa, la importancia de la cinta puede radicar en la forma de sostener una historia a partir de la constante reiteración de la fórmula en la industria del terror. Nuevamente, lo escalofriante de los gritos y la sobreexplotación de efectos visuales dejan de lado la posible angustia a la que el director nos somete al principio, cuando propone la convivencia entre lo habitual y lo paranormal.
Pistas
James Wan. Malasia (1997) 
Conocido por iniciar la saga ‘Saw’ en 2004
En esta primera entrega se pueden definir las características de un cine de terror desde el sadismo o masoquismo. Con una codificación visual que la crítica denominó tortura porno, el filme fue uno de los éxitos modernos de la historia del cine.
‘La casa muda’ (2011)
Ópera prima del uruguayo Gustavo Hernández
El filme explora el camino del terror de una manera muy interesante en tanto propuesta formal se refiere. En tiempo real, sin cortes y con una cámara que persigue a Laura (Florencia Colucci), con un largo plano,  juega con las posibilidades de la tensión desde la primera escena, creando la claustrofobia necesaria en este tipo de cintas, que recurren a los espacios cerrados —en este caso la propia casa— para poder desarrollar la trama.
‘Casting’
Primera película de terror gore boliviana
De Denisse Arancibia y Juan Pablo Richter (2010), la cinta se nutre de referencias cinematográficas del género. Desde la construcción de la claustrofobia y el juego de borrar las líneas entre realidad y ficción. Es —por propia voluntad— la única referencia del género en nuestro cine. 






 
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